Desde Moblerone seguimos con las propuestas para dotar de colorido tu casa.

En esta ocasión os presentamos a los rey de la alegría y a la reina del romanticismo, es decir, los colores amarillo y rosa. Aunque a priori parezcan tonos delicados para aplicar en el hogar, pueden proporcionar espacios originales y divertidos.

El amarillo es el color del sol, de la luz y del optimismo. Este color aporta muchísima claridad y transmite alegría, además de estimular la capacidad intelectual y elevar el ánimo. El amarillo, en sus tonalidades más fuertes, es ideal para el salón y el comedor, ya que estimula la comunicación, provoca la armonía entre las personas y hace que la gente sea más extrovertida y sincera.

También, se aconseja este color para decorar el despacho o la sala de estudio, al ser un color que estimula las actividades del intelecto y la organización, y es ideal para la cocina al ser un color que se asocia con la comida. El amarillo claro se aconseja para el dormitorio, ya que aporta luz y alegría sin llegar a recargar el ambiente. En todo caso, hay que llevar precaución con el amarillo, ya que un exceso puede tener un efecto perturbador e inquietante y ciertos tonos, como el amarillo verdoso, transmiten la sensación de envejecimiento, enfermedad o traición.

Por otro lado, el color rosa se asocia con el romanticismo, la feminidad, el afecto y la sensibilidad. Las tonalidades suaves de este color consiguen un efecto calmante y relajante proporcionando energía y despejando la mente, convirtiéndose en un color ideal para lugares destinados a la relajación y el descanso. El rosa es un color que promueve el afecto y relaja, por lo que el dormitorio es la estancia donde más se utiliza.

Asimismo, este color sirve para frenar la actividad exagerada de ciertas personas, con lo cual es recomendable en habitaciones de niños hiperactivos o en hogares de personas muy nerviosas. Con las tonalidades más fuertes del rosa, por ejemplo el fucsia, se consigue un aspecto juvenil y moderno en el hogar, sobretodo en combinación con el negro o el blanco. Sin embargo, no es recomendable decorar con tonos rosas los lugares de trabajo o de estudio debido a su poder relajante.