El momento de amantar a un niño es uno de los más especiales para la madre y el niño. La lactancia es muy importante por su labor a la hora de estrechar vínculos con la madre y la importancia de la alimentación. Para ello es necesario que el ambiente en el momento de las tomas sea tranquilo y el lugar lo más cómodo posible para ambos.
Una de las opciones utilizadas por las madres a la hora de dar el pecho es tener un sillón de lactancia, que normalmente se situará en la habitación del bebé. De esta forma en el momento de la lactancia madre e hijo se desplazan a esta estancia para poder tener intimidad y estar cómodos.
Los sillones de lactancia son variados, y dependen del gusto de la usuaria y lo que le pueda resultar más confortable. La posición en la que la madre proceda a la toma será imprescindible a la hora de elegir el sillón. Unos tienen reposa pies y otros no, esa es una de las cualidades del mueble que se debe tener en cuenta a la hora de escoger el más adecuado.
Los sillones utilizados para dar el pecho pueden ser los tradicionales orejeros o sillones de lectura, que algunas personas tienen en su casa y adaptan a la habitación. En ocasiones se tapiza según la decoración de la estancia. En el mercado existen sillones y butacas individuales específicos para las madres, productos cómodos que tienen un pequeño balancín que proporciona un movimiento perfecto para dormir a los niños. Suelen ser acolchados y con reposabrazos.
Otra de las opciones para utilizar en la lactancia es la tradicional mecedora en madera o mimbre. Este asiento, habitual en todas las casas de antaño, se presenta en diferentes colores, principalmente tonos de madera y blanco. Los cojines y respaldos le pueden aportar el toque moderno e infantil con estampados y colores a juego con la habitación del bebé. Cualquier opción es buena siempre y cuando la madre y el niño se encuentren a gusto a la hora de la toma.