Una manera económica y fácil de renovar cualquier estancia de nuestro hogar es decorar las paredes con papel pintado.
Esta modalidad decorativa permite transformar cualquier habitación sin necesidad de invertir mucho dinero o tener que modificar todo el mobiliario. De hecho, si queremos dar un nuevo aire a nuestro hogar, podemos mantener intactos todos los muebles y simplemente colocar papel pintado en una o varias paredes. El cambio es espectacular. El auge del papel pintado tuvo lugar entre los años 60 y 80, momento en que era muy común instalar este tipo de decoración en la mayor parte de las viviendas
Tras esa época de furor, donde predominaban los diseños florarles y en tonos pastel, el papel pintado dejó de utilizarse para dar paso a otro tipo de decoración en las paredes basada fundamentalmente en la pintura (estucados, gotelés, etc). En la actualidad, los papeles pintados vuelven a estar de moda. La oferta es muy amplia: desde composiciones geométricas con colores estridentes y referencias pop, pasando por motivos más discretos que evocan texturas naturales y hasta llegar a los tradicionales dibujos infantiles para el dormitorio de los más pequeños.