Entre las tendencias más exitosas de los últimos años se encuentra la utilización de muebles modulares en la decoración del hogar. El diseño modular se basa en la colocación de módulos funcionales y universales que unidos forman estructuras mayores que pueden ser ensambladas de diferentes maneras o disposiciones.
Este tipo de diseño tiene su origen en la estructura modular de algunos vehículos o medios de transporte. El diseño modular también ha sido utilizado en la construcción de edificios o casas, dando lugar a estructuras de una sola planta que son fabricadas de manera industrial y en cadena, estilo que recuerda a la antigua escuela de la Bauhaus alemana cuyos fundamentos sirvieron de base para la arquitectura moderna.
La característica principal de este tipo de diseño aplicado a la decoración interior es su funcionalidad, ya que forma líneas rectas en los que se puede optimizar el espacio al máximo. Además, las diferentes piezas permiten crear muebles adaptados a las necesidades del consumidor, pudiendo variar el diseño y disposición en diferentes ocasiones.
Su forma, generalmente cuadrada o rectangular, permite complementarlos con cajones, cajas o cestas de diferentes modelos y colores acordes con la decoración de la estancia. Cuando se dejan libres, suelen ser usados para colocar libros u otros objetos decorativos como fotografías o jarrones. Gracias a la gran variedad de módulos existente en el mercado, en diferentes materiales, colores y tamaños, es posible personalizar las habitaciones adaptándose mejor los espacios.
Además de su funcionalidad los módulos ofrecen otra ventaja, que es poder cambiar la decoración sin cambiar de muebles, con alterar el orden y lugar de los módulos se puede tener una habitación completamente diferente. Esta tendencia, además de ser muy útil, permite crear espacios minimalistas, libres de cosas y que gracias a su simplicidad no pasan de moda fácilmente.