Las mesas de centro constituyen un elemento auxiliar muy importante en el hogar. A la hora de elegir un modelo es importante tener en cuenta aspectos tales como el espacio del lugar en el que se pretende colocar el mueble, el estilo de la estancia en cuestión y, ante todo, la funcionalidad que se necesite otorgarle. El mercado ofrece actualmente una extensa gama de mesas de centro que se ajustan a todas las necesidades.
Un ambiente provenzal e incluso rústico requerirá una mesa robusta cuyo material idóneo será la madera con tintes que dejen a la luz toda su naturalidad. Se puede escoger una mesa más convencional o bien una mesa tipo baúl, que además de resultar ideal para estos estilos ayudará a tener todo guardado como un complemento más de almacenaje.
Las mesas de madera lisa y de líneas curvas serán las más adecuadas para los salones clásicos. Si se pretende reforzar aún más este ambiente, el mármol es un buen material para la superficie de la mesa. Si se necesita una mesa clásica con mayor sencillez, el cristal conseguirá mejor este efecto. Por otro lado, las combinaciones de materiales metálicos, acrílicos y cristal son las más apropiadas para los salones y estancias de diseño moderno.
Quienes no dispongan de mucho espacio en su salón o sala de estar pueden optar por mesas pequeñas que incorporan ruedas para desplazarlas con comodidad y proporcionan mucha funcionalidad a la estancia. Estas mesas se pueden encontrar en multitud de materiales y estilos, por lo que se adaptan sin problemas a cualquier espacio del hogar.
Si lo que se precisa es una mesa en la que poder trabajar cómodamente desde el sofá, lo ideal son las mesas de centro elevables. Suelen tener una superficie amplia en la que es posible tener a mano los papeles, documentos o libros necesarios. Una mesa cuadrada tiene más amplitud que una rectangular y también resultará muy cómoda para comer.